Este sábado tuvimos la suerte de estar presentes en el Primavera Fauna. Una jornada intensa que te relatamos en esta crónica, contada desde los ojos de una fan.
Compré la entrada en verde porque confié en que la producción de Primavera Fauna iba, por lo menos, a traer un par de shows que me iba a dejar con la boca abierta. Una vez publicado el cartel, me sentí satisfecha al saber que podía ver a M.I.A., CSS, Solange y The Cardigans.
Luego de la bajada de The Cardigans, que en realidad no me dolió mucho, había que esperar a algún "reemplazante" digno. No recuerdo qué día, pero estaba en mi casa cuando me enteré que venía una de mis bandas favoritas, Spiritualized. Metí al bolsillo lo negativo que tocaran en un festival así (show corto, al aire libre, parte del público) e hice una cuenta regresiva diaria contando los días que faltaban para ver a Jason Pierce en vivo.
Porque eso es Spiritualized, Jason Pierce, y el que ya no tenga sus músicos originales no lo hace decadente (como leí por ahí), si Spiritualized estuviera en decadencia difícilmente podría haber visto la luz un disco tan bueno como "Sweet Heart, Sweet Light".
Pero bueno, no sólo de Spiritualized vive el hombre, y había más música por escuchar el pasado Sábado 23 de Noviembre.
Con un grupo de amigos partimos de una nublada Quinta Región, esperando que en la ruralidad metropolitana no hiciera tanto calor. Sorpresa nos llevamos cuando vimos que también estaba nublado, corría mucho viento y el frío era aún soportable.
Como no había asistido antes al evento, me pregunté constantemente si había ido menos gente de la que se esperaba o los servicios de baños, guardarropía, alimentos y bebestibles estaban funcionando de manera óptima, como debiera ser.
A las 2:30 de la tarde comenzó a tocar Luke Jenner a quién escuché desde la distancia, porque en realidad, preferí quedarme con el recuerdo de aquel excelente primer show de The Rapture en el Teatro Caupolicán.
Después llegó el turno de Coiffeur, en un formato super distinto a como lo había visto alguna vez en Valparaíso donde fue un show acústico y piola. Ahora estaba con dos acompañantes, con canciones más prendidas y más fans que corearon y bailaron sus temas.
The Drums salió al escenario y cumplieron, tocaron sus hits, sus fans lo pasaron bien y hasta saltaron. Quizás el horario no los favoreció, porque no fue el show más memorable de la jornada.
En Bomba Estéreo me quedé viendo de lejos cómo todos disfrutaban los ritmos contagiosos colombianos, el viento se llevaba el sonido a ratos, así como también le daba movimiento al atuendo de la vocalista.
Solange subió puntualmente al escenario y claro, no se puede olvidar que es hermana de Beyoncé, porque se parecen un poco. Solange cantó y bailó como la artista pro que es. Se notaban sus años de estudio, pero no por eso dejó de ser simpática y hasta tierna con el público. Se acercó a la reja, hacía ojitos y sonreía todo el rato. Las canciones sonaron limpias y perfectas. Un encanto.
Mientras tocaban Los Bunkers, me ubiqué lo más adelante que alcancé para poder ver a Spiritualized. Jason Pierce de vez en cuando se acercaba al escenario, no sé si para ver cómo estaban los instrumentos o el público. Me hubiese gustado que sonara más fuerte para así no haber escuchado conversaciones ajenas, me hubiese gustado que durara más, me hubiese gustado escuchar voces de coristas poniéndole el toque gospel/angelical, pero el contrato era así.
Fue un viaje en carretera donde Pierce iba manejando con el acelerador a fondo y de pronto paraba. Hacía sonar su guitarra como si el mundo se fuera a acabar, corriendo a mil por hora y olvidando todo hasta que para y hace recordar que es casi un milagro tenerlo en frente, que si sigue cantando y repitiendo "Lord Let it Rain on me" puede llover. Así fue un constante ir y venir de emociones, y una sorpresa llamada "Shine a light" y "Take me to the other side" un cover de Spacemen 3.
Y llegó el momento de M.I.A., quien desde que se subió al escenario no dejó a nadie quieto. Cantó temas de todos sus discos y desbordó tanta energía que sentí que en cualquier momento salía alguien con una metralleta disparando al aire. Saqué fuerzas no sé de donde para en las últimas siete canciones, dejar toda mi humanidad en la pista/pasto de baile. Y sí, sentí envidia de los que se subieron al escenario, yo estaba muy lejos y tuve que verla desde la distancia.
Con el cuerpo partido en pedazos partí a ver a CSS, la verdad es que ya no daba para más, pero igual hice el esfuerzo. Las había visto cuando se presentaron en Maquinaria y ahora Lovefoxxx es aún más histriónica, ahora con accesorios, maquillaje y un pelo que parece tener vida propia. Tocaron sus hits y se rieron mucho de cómo los chilenos le habíamos cambiado una palabra a una canción de XUXA.
Por último llegó el turno de Cut Copy y morí sobre el pasto, los escuché y sonaban demasiado perfectos en vivo. A esa hora aún quedaba mucha gente prendida disfrutando el show de los australianos que pese a tener un desperfecto técnico, sacaron adelante el show y le pusieron un lindo broche de oro a la intensa jornada.